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sábado, 16 de octubre de 2021

Las nuevas pateras.

 Hola navegantes.

En la vuelta a Italia con el Corto Maltés llegamos en agosto al puerto de Santa María di Leuca, en el tacón de la bota italiana, donde termina el mar Jónico y empieza el Adriático. Su característica principal es la escalera de Mussolini. Está justo detrás del puerto y se la ve perfectamente en la aproximación:


Os lo conté en la entrada del 8-8-21. Pues fijaos la "patera" que ha llegado a ese puerto:


Es un Bavaria 50 con 106 personas inmigrantes que venían de Turquía. Al parecer las neumáticas, las piraguas de madera y otro tipo de ingenios flotantes están siendo sustituidos por veleros de alquiler. En este caso rozando la capacidad de flotación. Equivaldría, haciendo una proporción por la eslora, ¡a llevar en el Corto Maltés a 50 personas!. Al parecer llegan así todos los días, y en Santa María di Leuca había otros 14 veleros precintados por el mismo motivo, la mayoría veleros de alquiler. 

Esta nueva forma de inmigración ilegal plantea diversos problemas que se añaden a los que hay de fondo. Principalmente cómo hacen para pasar por las islas griegas sin  ser detectados, por qué no lo sospechan las empresas de alquiler, que al final pierden un barco, quiénes manejan esos veleros que necesitan cierta competencia técnica para gobernarlos, y más así sobrecargados, etc.

Preguntas sin respuesta que iremos conociendo en los próximos meses. Nosotros en la vuelta a Italia tuvimos la suerte de no encontrarnos con ninguna patera, una de las cosas que más temíamos, porque supone un problema ético, de riesgo de naufragio y legal de mucha enjundia. 

Ético por las dudas de conciencia de ayudar a personas que están huyendo de zonas conflictivas, sabiendo que cuando toquen el puerto a donde eventualmente les ayudes a llegar van a devolverles a su país.

De riesgo de naufragio porque con la ansiedad pueden subir a bordo más personas de las que aguante el barco, y volcarse o directamente hundirse, con el coste en vidas de ese accidente.

Legal porque pueden acusarte de apoyar a la inmigración ilegal y acabar en juicio y en la cárcel, como ya hay muchos precedentes.

Problemas para los que reconozco que no tengo una respuesta, y supongo que en el momento improvisaría haciendo lo que me dictase el corazón.

Con cuidado, navegantes.

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