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miércoles, 30 de abril de 2025

Se me pasó el día del libro.

Hola navegantes. 

 Con los preparativos del viaje a Castellón para el encuentro de navegantes, y la preparación de mi presentación, me pasó desapercibida la canturrea que suele acompañar al día del libro. Lo siento.

 Para corregirlo, durante una semana ofrezco cualquiera de mis libros de navegación con un descuento del 25%, y si me pedís más de uno, del 30%. Como siempre dedicados con una dibucarta, y con una velita hecha con un trozo del espinaker que se me rompió en la vuelta a Italia como recuerdo.

 

 


 Ya sabéis que, más que literatura fina, los considero fragmentos de nuestra vida en movimiento, y que con ellos intento transmitir la felicidad de estar en el mar con un velero modesto y pequeño, y las ventajas que, en mi opinión, tienen sobre los grandes. Y aportar los granitos de experiencia que he acumulado en estos años, porque a lo mejor puedo decir, como alguien que ahora no recuerdo, que donde los demás tienen lagunas yo tengo islotes. Pero no más que eso.

 Tenéis que mandarme un correo a alvarogaledo@gmail.com.

Con cuidado, navegantes.

Dibufirma del Tara Tari.

Hola navegantes. 

En el encuentro de navegantes de este fin de semana en Castellón hemos conocido a Capucine Trochet, la mujer que ha cruzado el Atlántico en el velero Tara Tari. Es poco más que una piragua con velas, y vino a contarnos su experiencia. La editorial Almayer acaba de publicar la traducción al castellano de su libro, y es muy de agradecer esta iniciativa que nos pone al alcance esta extraordinaria aventura náutica y personal.


 Cuando Capucine nos contaba su viaje, sus problemas y sus satisfacciones, en la sala podría haberse oído la caída de un alfiler. Yo ya voy por la mitad del libro, y cuando lo termine os contaré algo más de su historia. Pero ya os adelanto que es un libro de los que considero imprescindibles y cuya lectura te eriza el pelo. Donde el afán de superación de cualquier marino, y sobre todo los que navegan en barcos pequeños, está elevado a la enésima potencia por sus circunstancias personales. Mientras tanto le dedico un homenaje a mi manera, con la dibufirma de su velero "Tara Tari".

 

Con cuidado, navegantes.

jueves, 24 de abril de 2025

Espero veros en Castellón.

Hola navegantes. 

 Espero que algunos de vosotros vayáis al encuentro de navegantes en Castellón este fin de semana:


 Yo intervengo el sábado a las 12 horas.



 Espero que el salón esté hasta los topes, y conoceros en persona a muchos de vosotros y que disfrutéis de un fin de semana náutico lejos de la tristeza laboral. Hasta entonces, un saludo.

 



miércoles, 23 de abril de 2025

Aparcar muy cerca.

Hola navegantes. 

 A algunos les gusta aparcar cerca del barco para facilitar el desembarco del material...pero tampoco hay que pasarse:

 

Fuera de bromas, ha ocurrido en Paimpol (Francia) y al parecer a uno más despistado que Adán en el día de la madre le falló el freno de mano.

Con cuidado, navegantes.

martes, 22 de abril de 2025

Una manga para proteger el fueraborda.

Hola navegantes. 

 Uno de los problemas del Corto Maltés es tener el fueraborda en un pozo, en el suelo de la bañera. 

 

La mayoría de los veleros con fueraborda lo llevan atornillado en el espejo de popa, es decir, por fuera del casco. Pero por eso no penséis que los ingenieros navales que diseñaron el Tonic 23 eran unos cabezas de chorlito. Tenerlo en un pozo permite que esté más adelantado (aproximadamente un metro más a proa) con dos ventajas principales:

1. Cuando las olas vienen por la popa, la hélice se sale menos del agua al ir más cerca del centro de carena. Y eso no es ninguna tontería, porque si la hélice se sale con las olas el barco se gobierna peor, y cuando queda en el aire, al faltarle la resistencia del agua, el motor se revoluciona a tope y puede quemarse.

2. Está más protegido de los golpes que inevitablemente le dan los demás barcos en los puertos. 

A cambio tiene algunos inconvenientes:

 1. Siempre está en el agua, lo que hace que le salgan más caracolillos y que se desgasten más los ánodos.

2. Como está en la banda de estribor, el velero, a motor, tiende a irse hacia babor, lo que aparentemente podría dificultar las maniobras en puerto.

 El segundo inconveniente es muy fácil de corregir, dejando el fueraborda fijo en una posición un poco girada hacia babor, de manera que impulse la popa hacia babor (y por lo tanto la proa hacia estribor) corrigiendo el rumbo.

Sin embargo el primer inconveniente es origen de  muchos quebraderos de cabeza.  Un motor en el agua, sin darle patente, en pocos meses se queda así:

 

 Y el ánodo, en 3-4 meses, así:

Lo que quiere decir que para mantener el fueraborda bien hay que sacarlo cada 3-4 meses para darle la patente y cambiar el ánodo. Pero claro, se te puede olvidar, y si no se te olvida tienes que pensar en tu espalda.

Un motor de 8 CV de 4 tiempos pesa unos 45 kg, y para sacar ese peso muerto del pozo, a pulso, hay que ser el primo de Zumosol. Te arriesgas a tener una hernia de disco que acabe con tu afición para siempre. Y con el barco en marcha, escorado y con olas (por ejemplo, si pillas un plástico con la hélice y tienes que sacarlo del pozo) lo considero casi imposible. Por eso yo siempre he elegido el motor buscando que pese poco. Inicialmente tuve un Selva de 8 CV que, al tener un solo cilindro y por otras características, sólo pesaba 27 Kg. Cuando se me estropeó y tuve que cambiarlo durante la vuelta a Francia, en aquellos parajes campestres pero tan poco marineros de los canales, sólo encontré un concesionario de Mercury en el club de vela de un pantano. Y claro, en agosto y en la Francia profunda, tuve que comprarme el que tenía en exposición, uno de 6 CV, que también pesaba 27 kg. Estuve un tiempo dudando si sería suficiente potencia para el Tonic 23, para el que el astillero recomendaba motorización de 6 a 10 CV, pero ya he visto que sí y con esos 6 CV terminé la vuelta a Francia, luego di la vuelta a Italia, fui a Londres, y recorrí toda la cornisa cantábrica en los siguientes años.

No obstante, nunca he parado de dar vueltas al problema de los caracolillos intentando encontrar una solución, y creo que ya la tengo. Los biomasa que sale en la parte sumergida empieza por una capita de algas de color verdoso, verdín o "cardenillo", como la que hemos quitado este año de casco, sobre la que finalmente se instalan los caracolillos y los sargazos. Esa biomasa inicial necesita la luz del sol y el agua salada para medrar. De hecho, en mi barco crece más en el lado de babor del casco, que es donde le da más horas el sol.  Si le quitamos el sol y el agua salada, no debería crecer nada. Además la acción galvánica que desgasta los ánodos se produce en agua salada, mucho menos en agua dulce. De hecho, el vendedor francés del concesionario Mercury, que siempre había trabajado en el agua dulce del pantano y de los canales, ni siquiera sabía que los ánodos hubiera que cambiarlos.

La idea es que cuando el barco esté en el atraque (especialmente en los meses de invierno, en que navegamos menos) podamos mantener su parte sumergida a oscuras de la luz del sol y en agua dulce. Para eso hemos comprado una manga en AliExpress (7,39 €) plegable y negra, y con las costuras termoselladas:

 


 Tiene que ser plegable para poder pasarla entre la cola del fueraborda y el agujero del pozo:


negra para que no deje pasar la luz del sol, y termosellada para que el intercambio de agua entre el interior y el exterior de la manga sea mínimo. De hecho, es una especie de cubo plegable diseñado para transportar agua:

La manga se coloca de abajo arriba (ayudándonos con el bichero) de manera que quede dentro la cola del motor, y se deja con su borde un poco por encima de la superficie del mar. 

 

 A continuación se pasa la manguera del pantalán al interior de la manga, y se deja correr el agua hasta que desplace a la salada que había quedado dentro. En esas condiciones se arranca el motor (en punto muerto para que la hélice no la rompa) y se va probando el agua que sale por el chivato de la refrigeración. Ese chivato es un chorrito de agua que expulsa el fueraborda para comprobar que refrigera bien, y cuando sale dulce significa que todo el contenido de la manga es agua dulce. 

 

Entonces se para el motor y así se puede dejar hasta que volvamos a navegar, con la seguridad de que la parte sumergida está en agua dulce y a oscuras. Y si queremos todavía más eficacia, podemos echar un poco de lejía en la manga, y con eso seguro que no crece nada.

 Cabe esperar que con las olas algo de agua salada se introduzca, pero a cambio, como en Santander llueve mucho, también se irá cargando de agua dulce de la lluvia y el resultado final puede ser que se compense. De todos modos, cuando vayamos a cualquier gestión al barco arrancaremos el motor y con poco esfuerzo lo rellenaremos de agua dulce por arriba. Y mataremos dos pájaros de un tiro, porque estaremos endulzando el motor además de protegerle de los caracolillos.

Como avance de su probable eficacia, os enseño el resultado con una manga anterior blanca, que utilizamos de prueba, y que lógicamente deja pasar algo de luz solar a su interior. En tres semanas así estaba por fuera: 

y así por dentro, sin nada de verdín:


 Obviamente el verdín que tiene por fuera estaría en el motor si no la hubiéramos puesto. De aquí al verano espero poder deciros si dio resultado, o si me tengo que callar con una risa sardónica.

Con cuidado, navegantes.

miércoles, 9 de abril de 2025

¡Qué risa!, 9,5 millones de dólares.

Hola navegantes. 

 Sí, a mí me da la risa al ver que consideran un "barco" a esto:

 

Y que cuesta 9,5 millones de dólares. Os prometo que soy totalmente sincero si os digo que yo no lo quiero ni aunque me lo regalen (sin posibilidad de venderlo, claro, o sea que me lo regalen para quedármelo). Seguramente navegaría menos que con el Corto, no encontraría marinas donde meterlo ni donde tuvieran una grúa para sacarlo a hacer el mantenimiento, y obviamente no me daría el presupuesto para mantenerlo ni pagar a la tripulación. Incluso para dar la vuelta al mundo, en cuanto saliera de Europa llevaría un cartelito colgado del cuello que dijera "rico cabeza hueca busca quien le robe".  Son chalets flotantes hechos principalmente para inflar el ego a costa de buscarte problemas. ¿Os imagináis "eso" fondeado frente a cualquier costa del tercer mundo?. Pues eso.

 Y le ponen el apellido "ECO" para que el que está sentado en la popa con los pies sobre la sábana del mar convenza a sus amigos de que es ecologista.

Las revistas que publican estas burreces hacen un  flaco favor al deporte de la vela.

 Con cuidado, navegantes.

jueves, 3 de abril de 2025

Progresa adecuadamente.

Hola navegantes. 

 Bueno, pues ya hemos cumplido con el ritual de todos los años antes de la navegación del verano, que es hacer el carenado del Corto, o sea, darle la patente. Hay quien se la da cada dos años, pero a nosotros nos gusta hacerlo cada año porque salir para una navegación de 2.000  millas con el casco sucio es como ir al Cabo Norte en coche y proponerse no pasar de la tercera velocidad. 

Este año ha salido bastante limpio, sólo con una capa de verdín que se fue con la karcher, y este es su aspecto para afrontar las largas etapas hasta el Mediterráneo (casi hasta la frontera con Italia) y vuelta:

 

Me encanta que me entren estas imágenes por la niña del ojo y poder decir, como en los colegios, que el Corto progresa adecuadamente. Como anécdota, en el varadero ya no tienen escaleras disponibles para subir y bajar mientras el barco está en la cuna, y cada uno tiene que llevar la suya. Pero claro, nosotros vamos en la bici y no podemos llevar una escalera en la bici, lo que nos obliga a desarrollar el ingenio:


 El puerto de Marina del Cantábrico, donde carenamos, está junto al aeropuerto, y entre la contaminación de los aviones y la porquería que hay por el suelo y que metemos a bordo con los zapatos, el barco acaba como el almacén de un carbonero. Después de cada varada nos toca un par de horas de limpieza general, que hicimos ayer por la tarde.

Con este trámite está todo listo en el barco para empezar la navegación el 2 de junio hacia Burdeos, donde cogeremos el Canal de Midi para llegar al Mediterráneo. Sólo nos queda organizar algunas gestiones administrativas, como estudiar los avisos a los navegantes del campo de tiro de Las Landas y del Canal de Midi, conseguir la póliza del seguro redactada en inglés, revisar el extintor, y llamar a los sitios donde tumbaremos y levantaremos el mástil.

Con cuidado, navegantes.

miércoles, 2 de abril de 2025

Diez años ya.

 

 "El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan" (Arnold J. Toynbee). Con Santiago tuvimos suerte.

Clic aquí. 

Con cuidado, navegantes.

martes, 1 de abril de 2025

Buscar contenidos en este blog.

Hola navegantes. 

 Este blog tiene ya 12 años, 2.613 entradas y 3.115 comentarios. Encontrar algo en él sin haceros un esguince mental es imposible sin un buscador. Por eso en la parte superior izquierda hay uno, donde podéis escribir la palabra clave que estáis interesados en encontrar y darle a la lupa:

Enseguida os seleccionará todas las entradas en las que figura esa palabra, primero en los títulos y luego en el texto. Espero que os ayude a manejaros por aquí.

En relación con la preparación de la navegación a las islas del Mediterráneo, estos días el Corto Maltés está en dique seco para darle la patente (clic aquí). De lo que dije en esa entrada ahora discrepo del color, y ya siempre le doy el rojo, que es el que mejor se ve desde un helicóptero en caso de vuelco. Todo se está desarrollando sin incidentes, y este año ha salido del agua sólo con una capita de verdín. Esperamos que mañana vuelva a su medio natural. Os lo contaré otro día. 

Con cuidado, navegantes.