(largas travesías en un modesto velero de 6 metros, y otras menudencias).
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martes, 31 de marzo de 2020
lunes, 30 de marzo de 2020
Las fotos de los libros.
Hola navegantes.
Con el aislamiento del coronavirus muchos están leyendo o releyendo alguno de los libros de nuestras navegaciones en el Corto Maltés, y algunos me han preguntado por qué no tienen fotos.
Lo he dicho otras veces, las fotos encarecen mucho el libro y sólo pueden ponerse dos o tres páginas de fotos en color (lo que no da para más de 20 o 30 fotos). En lugar de eso están subidas a este blog (unas 500 fotos de cada viaje), en la columna de la derecha:
Hay que hacer clic en el apartado "para ver las fotos de..." eligiendo el libro que se está leyendo, y se abre otra página con las fotos agrupadas por los capítulos del mismo:
Además, en el texto del libro están señalados en negrita o en letra azul los momentos en los que lo que se cuenta tiene una foto. Así puedes ver cada foto en el momento en que cuento una anécdota o describo un lugar, o todas las fotos al acabar de leer cada capítulo.
A pesar del aislamiento la editorial ExLibric continúa sirviendo todos los pedidos que se hacen por internet, accediendo igualmente a través de la columna derecha de este blog haciendo clic donde dice "Para comprar "Título del libro": clic aquí".
¡Buena lectura!
Con el aislamiento del coronavirus muchos están leyendo o releyendo alguno de los libros de nuestras navegaciones en el Corto Maltés, y algunos me han preguntado por qué no tienen fotos.
Lo he dicho otras veces, las fotos encarecen mucho el libro y sólo pueden ponerse dos o tres páginas de fotos en color (lo que no da para más de 20 o 30 fotos). En lugar de eso están subidas a este blog (unas 500 fotos de cada viaje), en la columna de la derecha:
Hay que hacer clic en el apartado "para ver las fotos de..." eligiendo el libro que se está leyendo, y se abre otra página con las fotos agrupadas por los capítulos del mismo:
Además, en el texto del libro están señalados en negrita o en letra azul los momentos en los que lo que se cuenta tiene una foto. Así puedes ver cada foto en el momento en que cuento una anécdota o describo un lugar, o todas las fotos al acabar de leer cada capítulo.
A pesar del aislamiento la editorial ExLibric continúa sirviendo todos los pedidos que se hacen por internet, accediendo igualmente a través de la columna derecha de este blog haciendo clic donde dice "Para comprar "Título del libro": clic aquí".
¡Buena lectura!
jueves, 26 de marzo de 2020
Dibupoema "A todas mis montañas" (este también es mío).
Hoy no me ha dado tiempo a hacer un dibupoema nuevo y pongo este del libro "La sonrisa de Mikel" (leer con la pantalla del móvil en horizontal porque son versos muy largos):
A TODAS MIS MONTAÑAS.
Una noche de insomnio me di una palmada en la frente
y comprendí que tenía que hacer un verso diferente,
con estrofas larguísimas como las cumbres de las cordilleras
que hay entre los pechos de una hermosa mujer y sus caderas,
y con un ritmo suave y cadencioso como el mar de fondo
que barre eternamente el Sur de nuestro jardín redondo.
Un verso ondulante a todas las montañas a las que he subido
y a las montañas de algunas mujeres con las que he dormido.
He subido a montañas peladas con bosques en la cumbre
y a colinas arboladas que tenían pelada la techumbre.
Frías montañas que no eran nada más que un montón de piedras,
o selvas montañosas de árboles estrangulados por líquenes y yedras.
He subido a cumbres puntiagudas donde reina la nieve
y a rampas imperceptibles donde sólo, sólo y sólo llueve.
He caminado por laderas en sombra donde olía a heno,
donde la felicidad me hacía olvidar mi espíritu sarraceno,
y he navegado por colinas saladas, con barba de nazareno,
penetrando la noche con mi vela y un farol de queroseno.
En medio de algunas montañas encontré increíbles lagunas
y en mitad de las olas del mar mágicas lunas,
pero donde descubrí las cosas más maravillosas y eternas
fue entre los pechos de una hermosa mujer y entre sus piernas.
Y cuando al final tuve que elegir entre tantas maravillas...
tantas montañas, tanto mar, y la mujer que me aflojaba las rodillas...
fui listo y me quedé con las cercanas, las que refleja el mar de mi bahía,
y con la mujer que alumbra la serena placidez del alma mía.
Y aquí el dibupoema:
A TODAS MIS MONTAÑAS.
Una noche de insomnio me di una palmada en la frente
y comprendí que tenía que hacer un verso diferente,
con estrofas larguísimas como las cumbres de las cordilleras
que hay entre los pechos de una hermosa mujer y sus caderas,
y con un ritmo suave y cadencioso como el mar de fondo
que barre eternamente el Sur de nuestro jardín redondo.
Un verso ondulante a todas las montañas a las que he subido
y a las montañas de algunas mujeres con las que he dormido.
He subido a montañas peladas con bosques en la cumbre
y a colinas arboladas que tenían pelada la techumbre.
Frías montañas que no eran nada más que un montón de piedras,
o selvas montañosas de árboles estrangulados por líquenes y yedras.
He subido a cumbres puntiagudas donde reina la nieve
y a rampas imperceptibles donde sólo, sólo y sólo llueve.
He caminado por laderas en sombra donde olía a heno,
donde la felicidad me hacía olvidar mi espíritu sarraceno,
y he navegado por colinas saladas, con barba de nazareno,
penetrando la noche con mi vela y un farol de queroseno.
En medio de algunas montañas encontré increíbles lagunas
y en mitad de las olas del mar mágicas lunas,
pero donde descubrí las cosas más maravillosas y eternas
fue entre los pechos de una hermosa mujer y entre sus piernas.
Y cuando al final tuve que elegir entre tantas maravillas...
tantas montañas, tanto mar, y la mujer que me aflojaba las rodillas...
fui listo y me quedé con las cercanas, las que refleja el mar de mi bahía,
y con la mujer que alumbra la serena placidez del alma mía.
Y aquí el dibupoema:
lunes, 23 de marzo de 2020
Dibupoema "El longevo" (este es mío).
Perdonad la osadía de poner un poema mío después de los que he dibujado los días anteriores, de autores consagrados, pero este es un homenaje a mi padre y no quería posponerlo:
El longevo.
Hoy quiero deciros
algo de nuestro amigo el longevo,
ese que vivirá cien años por
las cuentas que llevo,
el héroe de lo cotidiano, el
hiperserio, el que siempre está,
el que siguió uniendo a la
manada cuando se fue mamá.
Ese que de pequeños nos traía las lentejas
al plato,
el incombustible que
brindaría con alcohol de quemar,
hoy anda con cachaba, lejos
del estrellato,
y hasta le han empezado a
anticoagular.
Hoy vive con achaques, con dolores, con
muchas lentitudes,
en un mundo de pastillas y de
amigos en ataúdes,
con miedo a que la suerte se
le vuelva de cara
y el bonito jardín se torne
en un Sahara.
Cuando miréis al viejo que se mueve
arrastrando los pies,
el que se para en cualquier
banco, en cualquier escaparate,
ved al hombre que arrasaba en
los despachos, en los parqués,
y en las oficinas muertas en
donde nada late.
Porque él está escribiendo lo que nos pasará
a nosotros
cuando dejemos de estar entre
los notables,
se nos agote esta energía de
jóvenes potros
y entremos en los años
desagradables.
Años en que te duele masticar las palabras
y en los que para todo te
falta velocidad,
menos para esperar la visita
de la Macabra
y su temido silencio de
calidad.
No nos arrepintamos de no haber hablado con
el abuelo
cuando andemos, como él,
mirando para el suelo.
Y aquí el dibupoema (hacer clic en la foto para verlo mejor):
En el móvil el texto se ve mejor con la pantalla horizontal.
domingo, 22 de marzo de 2020
Dibupoema "Besos", de Gabriela Mistral.
Otro de los más bonitos poemas de amor en lengua castellana:
Besos (Gabriela
Mistral).
Hay besos que pronuncian por
sí solos
la sentencia de amor
condenatoria,
hay besos que se dan con la
mirada,
hay besos que se dan con la
memoria.
Hay besos silenciosos, besos
nobles,
hay besos enigmáticos,
sinceros,
hay besos que se dan sólo las
almas,
hay besos por prohibidos,
verdaderos.
Hay besos que calcinan y que
hieren,
hay besos que arrebatan los
sentidos,
hay besos misteriosos que han
dejado
mil sueños errantes y
perdidos.
Hay besos problemáticos que
encierran
una clave que nadie ha
descifrado,
hay besos que engendran la
tragedia,
cuántas rosas en broche han
deshojado.
Hay besos perfumados, besos
tibios
que palpitan en íntimos
anhelos,
hay besos que en los labios
dejan huellas
como un campo de sol entre
dos hielos.
Hay
besos que parecen azucenas
por
sublimes, ingenuos y por puros,
hay
besos traicioneros y cobardes,
hay
besos maldecidos y perjuros.
Judas
besa a Jesús y deja impresa
en
su rostro de Dios, la felonía,
mientras
la Magdalena con sus besos
fortifica
piadosa su agonía.
Desde
entonces en los besos palpita
el
amor, la traición y los dolores,
en
las bodas humanas se parecen
a
la brisa que juega con las flores.
Hay
besos que producen desvaríos
de
amorosa pasión ardiente y loca,
tú
los conoces bien, son besos míos
inventados
por mí, para tu boca.
Besos
de llama que en rastro impreso
llevan
los surcos de un amor vedado,
besos
de tempestad, salvajes besos
que
sólo nuestros labios han probado.
¿Te
acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió
tu faz de cárdenos sonrojos
y
en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse
de lágrimas tus ojos.
¿Te
acuerdas que una tarde en loco exceso
te
vi celoso imaginando agravios,
te
suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y
qué viste después...? Sangre en mis labios.
Yo
te enseñé a besar: los besos fríos
son
de impasible corazón de roca,
yo
te enseñé a besar con besos míos
inventados
por mí, para tu boca.
Aquí el dibupoema, como siempre hecho con las estrofas en rojo:
Y aquí una locución:
sábado, 21 de marzo de 2020
Dibupoema "Me gustas cuando callas" (Pablo Neruda).
Hola navegantes. Hoy es el día mundial de la poesía, y me he metido con un gran reto, el dibupoema de uno de los más bonitos poemas de amor de la historia. Espero que os guste el resultado:
Me gustas cuando callas (Pablo Neruda).
Me gustas cuando callas (Pablo Neruda).
Me
gustas cuando callas porque estás como ausente,
y
me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece
que los ojos se te hubieran volado
y
parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están
llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena
del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces
a mi alma,
y te pareces a la palabra
melancolía.
Me gustas cuando callas y
estás como distante.
Y estás como quejándote,
mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi
voz no te alcanza:
déjame que me calle con el
silencio tuyo.
Déjame que te hable también
con tu silencio
claro como una lámpara,
simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y
constelada.
Tu silencio es de estrella,
tan lejano y sencillo.
Me
gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante
y dolorosa como si hubieras muerto.
Una
palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y
estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Y ahora el dibupoema:
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