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miércoles, 8 de agosto de 2018

Hoy todo bien.

Hola navegantes.

Después del desastre de ayer, hoy ha sido un día magnífico. En primer lugar y sobre todo porque es el cumple de Ana, y en segundo lugar porque no haya sido su cumpleaños ayer, que fue tan nefasto.

Salimos tarde porque hoy entramos en los dominios del organismo Voies Navigables de France (VNF) que gestiona los canales, y tuvimos que hacernos la Vignete:


Es la tasa que se paga por el uso de los canales, y te la pueden pedir en las esclusas. Para el Corto Maltés nos ha costado 79 euros para un mes, e incluye el pago de las esclusas, poder amarrar donde quieras para pasar la noche, y agua para el barco a voluntad, con grifos en las esclusas.

A pesar de salir tarde y pasar 9 esclusas, hemos podido hacernos 37 millas. ¿Por qué?. Pues porque nos hemos encontrado unos canales limpios que nos permiten navegar a 5 nudos sin forzar, unas esclusas bien atendidas (les llamas por la radio y cuando llegas te la tienen abierta, sin ninguna espera) y que abren de 6.30 a 20.30 h y sin pausa para comer, al contrario del río Somme que trabajan de 9 a 5.30 h y con una hora para comer que en la realidad se transforma en dos horas. Y el motor que hoy ha ido redondo (ayer le quité el termostato, por lo menos mientras dure la ola de calor).

Con tanto bueno somos optimistas en los plazos que nos habíamos propuesto para llegar al Mediterráneo, ya veremos si podemos cumplirlos.

Hemos empezado a ver las curiosidades de los canales. Las barcas de transporte comercial suelen ser de dos en dos (como una locomotora que empuja un vagón) y la mayoría llevan a bordo el coche de su capitán, para usarlo en las escalas o para volver a casa:


Hemos visto hasta coches de gama alta encima de las barcazas.

Hemos atravesado un túnel de más de 1 km. Es sorprendente estar en tu barco atravesando una montaña:



Hemos pasado esclusas con más de 6 metros de desnivel. Los cabos se nos quedaban cortos y tuvimos que empalmarlos. Algunas tienen las compuertas de guillotina, en vez de dos compuertas con bisagras:


También esclusas dobles, con un pasillo para el tráfico comercial y otro para el deportivo:


Y termino con una imagen del Corto Maltés en Compiegne, después de hacer el trámite más incómodo en los canales: buscar gasolineras.


Con este nuevo ritmo es posible que mañana mismo lleguemos a París. Os recuerdo que si tenéis algún conocido pasando estos días en París le deis mi teléfono, para ver si puede sacarnos una fotos del Corto Maltés navegando por el Sena debajo de la Torre Eiffel.

Hasta mañana navegantes.

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