Visitas al blog:

jueves, 3 de agosto de 2017

NAVEGACION A LAS RIAS BAJAS: UNA VALORACION SUBJETIVA.


Después de los datos objetivos que expuse el 29 de julio, quiero comentaros ahora algunas impresiones subjetivas:

¿Qué ha sido lo mejor de la navegación?. Pues después de los desastres del año pasado en la navegación a Elba, este año lo mejor ha sido la ausencia de incidentes. También volver a ver algunos sitios míticos de nuestra vuelta a España, como la Isla de Sálvora, y a Roberto, el guarda de la reserva.

Lo peor: el  abuso de la tasa de amarre en Cudillero y San Vicente de la Barquera, en éste último empeorado por las malas formas.

Las sorpresas agradables: descubrir la parte virgen del Sur de la isla de Arosa, y el islote Arenoso. Ver una nutria comiendo un pez con naturalidad en el pantalán de Pobra. La cantidad de delfines que vimos dentro de las  rías. Poder desembarcar y recorrer la isla de Cortegada. La amabilidad del personal de las  marinas en Galicia, y sus bajos precios.

Las sorpresas desagradables: no poder visitar la isla Tambo.

Los momentos más difíciles: el susto con un escollo saliendo de la Ría de Arosa, debido a un descuido. El aviso de un pescador nos evitó encallar. El temporal del Oeste que nos retuvo varios días en la Ría de Muros.

Respecto a la valoración del Tonic 23, insistir en lo que dije en viajes anteriores. La orza abatible y el escaso calado nos han permitido llegar y amarrar en sitios inverosímiles, como el embarcadero de la Isla de Cortegada o la ciudad de Pontevedra. Estoy encantado de la transformación en ducha del espacio WC (ver entradas del 12 y 13 de febrero de 2017) que nos ha permitido ducharnos en caliente en cualquier sitio, incluso cuando nos quedábamos abarloados a pesqueros o al muelle, o cuando pasábamos la noche fondeados. Y sigo comprobando que con un barco pequeño caes simpático en los puertos y te dan más facilidades que si llegas con un superyate. Les parecía increíble que llegáramos con ese barco desde Santander y se volcaban en ayudarnos.

Respecto a la capacidad del Tonic 23 para afrontar el mal tiempo, en esta navegación sólo hemos tenido que cambiar los planes 3 días de los 41 que duró la ruta total (7% de los días) debido a vientos del W que impedían la navegación en mar abierto y dificultaban la salida de la Ría de Muros. En vez de salir a alta mar navegamos por el interior de la ría. Esos días vimos a muchos barcos mayores que el nuestro hacer lo mismo, esperar a que pasase lo malo para salir.

Finalmente, y en cuanto a la experiencia vital, sólo puedo deciros que no pospongáis vuestras navegaciones por tener un barco pequeño o por creer que vuestras circunstancias personales no son las idóneas. No demasiado lejos de casa podéis sentir lo mismo que sienten los que dan la vuelta al mundo en grandes veleros. Y hasta es posible que os envidien, porque ellos no pueden entrar en los sitios maravillosos donde entraréis vosotros, puertos pequeños y desconocidos, canales o ríos de poco calado. Disfrutaréis de unos días llenos de sorpresas en vez de unas vacaciones sacadas de un catálogo, con la incertidumbre de no saber dónde acabaréis el día ni dónde dormiréis, lo que acaba siendo la chispa de la vida. No pospongáis vuestras ganas de navegar, porque la vida es breve e impredecible.


En la foto, el Corto Maltés en Pontevedra, después de pasar bajo dos puentes y remontar un río con 1,1 metros de calado.

6 comentarios:

  1. Estupendas vacaciones y navegaciones las que habeis tenido este año, Galicia y las rias es un sitio maravilloso y gracias a Dios todavia no masificado (exceptuando Sangenjo), que siga asi por muchos años.
    Saludos, Daniel.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Daniel. Ya sé que lo conoces bien y agradecimos mucho tus consejos. Está claro que parte de su encanto consiste en no estar masificado. Comparto tu deseo. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Mi enhorabuena por este nuevo viaje navegando por las rias bajas en vuestro corto maltés. Y muchas gracias por vuestro blog, nos hace sentir que, en cierto modo lo hemos compartido.
    Tambien gracias por los animos. Yo tengo un Sun 2000, hermano pequeño del vuestro y pretendo emularos algun dia no muy lejano. De momento solo he hecho de Torredembarra, donde lo adquiri, hasta Calpe, mas concretamente el puerto de Les Bassetes, y de aqui a la isla de Tabarca. Pero vuestros viajes me inspiran.
    Un abrazo.
    Eduardo M S

    ResponderEliminar
  4. Mi enhorabuena por este nuevo viaje navegando por las rias bajas en vuestro corto maltés. Y muchas gracias por vuestro blog, nos hace sentir que, en cierto modo lo hemos compartido.
    Tambien gracias por los animos. Yo tengo un Sun 2000, hermano pequeño del vuestro y pretendo emularos algun dia no muy lejano. De momento solo he hecho de Torredembarra, donde lo adquiri, hasta Calpe, mas concretamente el puerto de Les Bassetes, y de aqui a la isla de Tabarca. Pero vuestros viajes me inspiran.
    Un abrazo.
    Eduardo M S

    ResponderEliminar
  5. Gracias por tus palabras, Eduardo. Yo antes del Tonic 23 tuve un Cóndor 20, creo que con más habitabilidad que el Sun 2000, y con él ya tuve algunas aventurillas. Hoy creo que habría podido hacer con él lo mismo que hago con el Tonic. Ánimo. Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Preciosa esta entrada del blog, sabias palabras. La vida es incierta,empieza comiendo el postre.

    ResponderEliminar

Los comentarios son bienvenidos. Lo más cómodo es poner tu nombre al final del texto y luego elegir como identidad "anónimo".