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miércoles, 21 de junio de 2017

Un ciclista sin bici.

Eso es un velero sin viento. ¡48 millas a motor!. Hemos venido a Cudillero en 11 horas, de las cuales a vela sólo dos. El resto la vela sólo ha servido para darnos sombra bajo la canícula. El único aliciente, que el mar estaba tan llano como la palma de la mano y nos atrevimos a entrar en Villaviciosa, una ría con muy escaso calado en la que normalmente no se puede entrar porque rompen las olas en su entrada. En las primeras fotos veis la enfilación que hay que tomar, la casita blanca y el edificio también blanco del fondo, y unas chicas haciendo surf en la entrada.

Luego vinieron 5 horas a motor, pasando de largo frente a Gijón porque íbamos mal de tiempo. A las 16 horas pasamos el Cabo de Peñas, el más prominente de Asturias, y justo ahí salió un viento del este que nos permitió navegar con la mayor y el espí a rumbo directo hacia Cudillero. Nuestro plan inicial era haber entrado en Avilés, justo tras el cabo, pero aquel viento que se había hecho desear toda la mañana no se podía desperdiciar y decidimos seguir hasta este precioso pueblo de Cudillero.

En este tramo estuvimos distraídos con una migración de cangrejos, esos que van en manada de miles de ejemplares a desovar, nadando por la superficie del agua. Cogimos alguno para estudiarlos y nos llamó la atención las patitas posteriores, que son palmeadas y las que utilizan para nadar. Nadan de lado, igual que andan.

A las 20 h. llegamos a Cudillero. El puerto se ha ampliado demasiado para las necesidades locales y les sobra espacio. El antiguo puerto pesquero no se usa, y el moderno tiene un sistema de amarre a boyas algo caro, 25 euros por noche. Al decirle al botero que no teníamos auxiliar para desembarcar nos colocó en la punta de un pantalán, con luz y agua aunque sin aseos, por la misma tarifa. Aprovechamos para endulzar el fueraborda después de tantos horas a motor los últimos días, para no tentar a la suerte y que se repita la avería del año pasado en Francia.

Al sacar las bicis vimos que una tenía un radio roto, así que fuimos a recorrer el pueblo andando. Otro bricolaje pendiente, ¡qué rollo!.

2 comentarios:

  1. Que bonito Cudillero, me encantan esas fotos.
    ¿Y la bici, con solo un radio roto no se puede montar?, ¿no aguantaria la rueda?
    Saludos a los dos, Daniel.

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  2. No se puede, se queda descentrada y se frena.

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