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martes, 29 de noviembre de 2016

Entrevista en "La casa de la palabra".

Es sobre la presentación del libro de la navegación a Bretaña y podéis escucharla aquí:

https://www.dropbox.com/s/roeoflih3asa6c5/record_161130-0903.mp3?dl=0

lunes, 28 de noviembre de 2016

Dibufirma de Héliopolis.

Hola navegantes.

Llegamos a Héliopolis, la isla compartida por los militares y la ciudad nudista, creyendo no poder visitarla. Pero preguntamos al patrón de una motora fondeada por la posibilidad de usar una de las boyas vacías frente al puertecito, y al ponerse de pie vimos que estaba con la desnudez del Pato Donald, en pelotas de cintura para abajo. Fue el primer espécimen que conocimos de Héliopolis y casi nos da la risa, porque debía tener dos hernias inguinales y sus testículos parecían los de un toro Miura, y por la altura le quedaban “naturalmente” apoyados en la regala. Nos dijo que podíamos quedarnos porque en esas fechas no las utilizaban, y allí nos quedamos hasta que nos dejaron entrar a puerto al atardecer, al irse la última vedette de pasajeros, y pasamos una velada interesantísima que ya os conté.



Ver entrada del 30 de junio.

viernes, 25 de noviembre de 2016

El Black Friday llegó a los libros.

ExLibric, la editorial de mis libros,  me informa que ha decidido aplicar estos descuentos:

· 25 al 27 de noviembre (BLACK FRIDAY) 5% de descuento + ENVÍO GRATIS en libro en papel. El código cupón es: #blackfridayex


· 28 de noviembre (CIBER MONDAY) 15% de descuento en Ebook. El código cupón es: #cibermondayex

Para aprovecharlos hay que entrar al libro que se quiere comprar, en la columna derecha del blog, y cuando se vaya a pagar introducir el código en la casilla "cupones".

Y para amenizar el día, una imagen de ayer de la bahía de Santander. Los días que ha llovido mucho el río Cubas arrastra tal cantidad de sedimentos que el color del agua es marrón, originando el curioso fenómeno de “la turbia” que estéticamente es precioso, aunque contribuye a la colmatación de la bahía. “La turbia” consiste en que el agua dulce de color marrón que procede del río no se mezcla con el agua salada y de color azul que ha entrado del mar, sino que quedan separadas por una línea que tarda varias mareas en difuminarse. Algo similar ocurre en el Amazonas donde confluye con su afluente el río Negro, cerca de Manaos, haciendo las aguas de dos colores un recorrido de más de cien kilómetros antes de mezclarse. En Santander y visto desde lejos, la bahía adquiere un aspecto bicolor extraordinario. Si se navega por la línea de separación se comprueba que la parte azul está limpia y la marrón asquerosa (de cerca no es tan bonito). La parte sucia lleva muchos animalillos (caracoles, babosas, grillos y otros insectos, etc.) arrastrados de los campos que recorre el río Cubas, y en la línea de intersección, al confluir el agua dulce con la salada, se generan remolinos que hacen aflorar a la superficie todos esos animalillos. Por este motivo los peces se sitúan en esa frontera para alimentarse, y a su vez las aves marinas suelen revolotear por encima para comérselos a ellos. En resumen, todo un espectáculo de vida que se disfruta mucho viéndolo de cerca. Pero por el fondo todo ese lodo se va depositando, contribuyendo a cegar los canales de navegación y a colmatar la bahía.


jueves, 24 de noviembre de 2016

Presentación del libro de la navegación a Bretaña en Getxo.

Hola navegantes.

La Asociación Vasca de Capitanes, Patrones y Navegantes ITSASAMEZTEN me ha invitado a presentar el libro en Euskadi, concretamente en Getxo. Un sitio muy oportuno por la extraordinaria acogida que siempre nos han dado, tanto en el viaje a Bretaña como en el de este verano a la Isla de Elba cuando tuvimos que reparar allí el accidente en el casco del Corto Maltés con el remolque.

En el libro “Santander-Bretaña-Santander en el Corto Maltés, un velero de 6 metros” cuento la navegación que durante 3 meses realizamos en el verano de 2015 a Bretaña, llena de anécdotas y de sitios maravillosos y poco conocidos, y en la que nos metimos además por cuatro ríos de la fachada atlántica de Francia. Será fácil deducir que no hace falta tener un barco grande para realizar largas y magníficas navegaciones.

Será en el edificio de la Cruz Roja del Mar (Calle Arriluce s/n), junto al puerto de Getxo, el sábado 3 de diciembre a las 11:30. Me encantaría que pudierais acudir, y si queréis que me ayudeis a difundirlo reenviándoselo a vuestros contactos que pudieran estar interesados en la navegación y los viajes de aventura. La imagen que sigue puede reenviarse por wasap. Gracias.


martes, 22 de noviembre de 2016

Dibufirma de Cogolin.

Hola navegantes.

De La Rague fuimos al Golfo de Saint-Tropez en una preciosa navegación veraniega. Por el camino tuvimos el episodio del hombre al agua que ya os conté. Aparte de eso, como el tiempo estaba tan clemente los de Cross Med (que es como nuestro Salvamento Marítimo) se pasaron todo el día llamando uno por uno a los megayates presentes por la zona para someterles al mismo interrogatorio. Primero le localizaban por el canal 16, y cuando respondía le pasaban a otra frecuencia de servicio. Entonces les preguntaban, en inglés, por su puerto de procedencia, el de destino, y el número de personas a bordo, y se despedían. Era como un profesor pidiendo a todos sus alumnos que le recitaran una lección, pero que contestaban sin chistar. Creo que si les hubieran preguntado si iban en bañador o en pareo se lo habrían contestado igual. Supongo que será para evitar el contrabando y para tener el control en sus aguas de esos barcos faraónicos que pueden dedicarse a cualquier tráfico ilegal.

En Saint-Tropez nos quedamos dos días, el primero en la marina de Cogolin, que era  más barata, y el segundo fondeados en la bahía, de donde te puedes marchar sin tener que meter la mano en el bolsillo antes de desamarrar.


Ver entradas del 29 y 30 de junio de 2016.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Dibufirma de La Rague.

Hola navegantes.

Al salir de Niza, la primera navegación con mi amigo Daniel Tribaldos, pensábamos ir por lo segado y hacer una jornada corta, pero la meteorología dictó lo contrario. Queríamos ir a un puerto en el entorno de Cannes, unas 15 millas, que en condiciones normales nos habríamos hecho en tres horas. Pero salió un Suroeste (justo de morro) de fuerza 5 que nos obligó a una larga ceñida con el barco sin dejar de chocar con las olas, retumbando como la piel de un  tambor. Ya se sabe que la ceñida, por su recorrido en zigzag y por llevar el viento y las olas de frente, multiplica la distancia por dos y el tiempo por tres. Finalmente nos hicimos 33 millas en lugar de las 15 previstas y tardamos casi ocho horas en lugar de las tres previstas. ¡Vaya estreno para que Daniel se amarinara!

Por si fuera poco acabamos en La Rague, un puerto anodino debajo de las vías del tren, alejado de cualquier núcleo de población. Una mala elección motivada por las circunstancias. Es feo de narices, con un acueducto de seis arcos del ferrocarril que sobrevuela el espacio de la marina. Cada pocos minutos pasaba un tren estruendoso a toda velocidad, aunque la verdad, debíamos estar tan cansados al irnos a dormir que ni nos enteramos. Si le hago la dibufirma es porque ya me he picado con hacer una de cada escala, no porque lo valga.

El día siguiente iríamos a Saint Tropez, y eso lo compensó.


martes, 15 de noviembre de 2016

Presentación en Madrid.

Hola navegantes.

Voy a presentar en Madrid el libro titulado “Santander-Bretaña-Santander en el Corto Maltés, un velero de 6 metros”. En él cuento la navegación que durante 3 meses realizamos en el verano de 2015 a Bretaña, llena de anécdotas y de sitios maravillosos y poco conocidos, y en la que nos metimos además por cuatro ríos de la fachada atlántica de Francia.

Será en la librería Robinson (Calle Santo Tomé 6) el lunes 21 de noviembre  a las 19:30. Me encantaría que pudierais acudir, y si queréis que me ayudeis a difundirlo reenviándoselo a vuestros contactos que pudieran estar interesados en la navegación y los viajes de aventura. La imagen que sigue puede reenviarse por wasap. Gracias.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Dibufirma de Niza.

Hola navegantes.

El día siguiente llegamos a Niza a las 19 h., donde nos quedamos 48 h. para el cambio de tripulación. Recorrimos el famoso Paseo de los Ingleses, que es largo como un día sin viento y va paralelo a la playa. Aunque sea una única playa, está subdividida en sectores arbitrarios, cada uno con su elegante nombre, de manera que en los planos turísticos parece haber 19 playas en vez de una sola. ¡Así cualquiera!. Me pareció un truco pueblerino para darse importancia. La nuestra de Somo, frente a Santander, tiene los mismos 5 kilómetros y no la rebautizamos cada 250 metros. Quién nos iba a decir que escasamente dos semanas después sería el trágico escenario de un ataque terrorista.

Fuimos a ver el Monumento a los Caídos, un cenotafio impresionante de más de treinta metros de alto, que parecía la boca de un túnel excavada en la roca de un acantilado de la Colina del Castillo, mirando al mar. Lo habíamos visto desde el mar y nos referíamos a él como “ese túnel de la carretera” hasta que lo vimos de cerca y supimos lo que era. Recuerda a los hijos de Niza víctimas de la Primera Guerra Mundial. Son tres arcos superpuestos en cuyo centro un bloque con columnas enumera alguna de las grandes batallas, y en su base puede leerse esta inscripción:

 “La ciudad de Niza a sus hijos muertos por Francia. Acordaos de las obras que nuestros padres han acometido en su tiempo y recibiréis una gloria y un nombre inmortales”.

Es una pena que una frase tan grandilocuente y vacía de lógica estropease ese monumento. ¿Gloria y nombre inmortales por acordarte de lo que hicieron tus antepasados?. Poco mérito me parece para tanta trascendencia como te prometen. Mucha gente con grandes méritos, descubrimientos o logros cae en el olvido de sus conciudadanos a los pocos meses de morir.


Ver entradas del 25 y 27 de junio.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Entrevista en Onda Cero.

Es sobre el libro de la navegación a Bretaña y podéis escucharla aquí:


https://www.dropbox.com/s/9bob5tqa5wrmhem/record_161110-0914.mp3?dl=0

El locutor anuncia la presentación a las 10:30 por error. En realidad es a las 19:30. Un saludo

miércoles, 9 de noviembre de 2016

martes, 8 de noviembre de 2016

Dibufirma de Imperia.

Hola navegantes.

Salimos del puerto gafado de Finale Ligure hacia Imperia y por el camino paramos en la Isla Gallinara. Es privada, de unos 300 metros de diámetro, con un muellecito en el que al parecer no ponen inconveniente a que los yates lo usen por la noche o en casos de dificultades en la navegación. Debe su nombre a las gallinas salvajes que vivieron en el pasado. Desde el muelle una persona nos vigilaba con los prismáticos. Ni era de noche ni estábamos en dificultades de navegación, así que nos pareció mucha cara dura entrar haciéndonos los despistados. Contorneamos la isla y con los prismáticos vimos las edificaciones que tiene: una casa señorial, una iglesia, una torre, y la casa en el puerto para los guardas. Lo más sorprendente, aunque nos enteramos más tarde al volver a Santander, es que también allí hay un Cristo sumergido (44º 1,41’ N; 8º 13,63’ E). Se colocó en 1998,  a 18 metros bajo el agua. Debimos pasar por encima de él sin saberlo, igual que nos pasó la primera vez en San Fructuoso. ¡Qué pena!.

 Por la tarde llegamos a Imperia. Es una unión de dos pueblos, Oneglia y Porto Maurizio,  separados por un río pero que ya son una única aglomeración urbana. El río, con el pomposo nombre de “Impero Torrente”, es en realidad un cauce de agua ridículo al que le sobran casi todas las letras de su nombre, porque antes de llegar al mar es detenido por la arena de la playa y el poco agua que lleva se filtra por debajo de la arena para, se supone, alcanzar el mar. Estaban de fiestas y hubo fuegos artificiales.


Ver entrada del 24 de junio.



lunes, 7 de noviembre de 2016

Sembrando la semilla.

Claro, intentando que comprendan desde pequeños lo que es la vela de crucero y desmitificarla como deporte de millonarios. Esta vez me invitó el Colegio José de Escandón, de Soto de la Marina, a través de una de nuestras grumetillas, Susana, que estudia allí. Les conté anécdotas de la vuelta a España y, sobre todo, de la más reciente navegación a Bretaña con el Corto Maltés. Les conté especialmente las características de la navegación en los lugares de bajamares enormes, como la bahía de Arcachón, que se seca en sus cuatro quintas partes al retirase la marea y el barco se queda apoyado en lo que antes era el fondo del mar. O el paso de Gois, esa carretera que une la isla de Noirmoutier con el Continente, y que cuando sube la marea queda cuatro o cinco metros bajo el nivel del mar y se puede navegar por encima de donde antes circulaban los coches. O el espectáculo del río Loire, con  sus corrientes de marea de hasta 9 nudos y las sorpresas que te depara su cauce. Y luego, ¡qué tios!, no paraban de preguntar. Una reunión muy agradable y productiva.


sábado, 5 de noviembre de 2016

Dibufirma de Finale Ligure.

Hola navegantes.

Después de otros acaecimientos llegamos a Finale Ligure, un nombre que se presta a confusión porque allí no finaliza la región italiana de Liguria sino en la frontera francesa, más de cien kilómetros al Sur. No conseguí averiguar por qué se llama así. Entramos a las 19:30 sin haber comido (no se podía por la escora y los pantocazos) después de haber hecho 38 millas en unas 10 horas. Aunque no fue una entrada para tirar cohetes, llegamos muy satisfechos de la navegación. Está junto a una larga playa que le está colmatando de arena. En el muro del espigón del Sur pudimos ver dos carteles enormes, uno en inglés y otro en italiano, que decían:

“PELIGRO. BANCO DE ARENA. Profundidad máxima 2,00/2,30 metros.
Mantenerse en el centro del canal”.

O sea, había perdido más de un metro de calado en el último año (nuestra Guía Imray 2015 daba un calado de 3,5 metros). Creo que tengo ya bastante carretera, pero nunca había visto carteles similares a la entrada de un puerto y obviamente los pusieron por ser conscientes de la diferencia entre el calado real y lo que marcan las guías náuticas. Con un barco más grande no habríamos entrado.


Ver entradas del 21, 22 y 23 de junio.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Con descuento.

Hola navegantes. La editorial ExLibric, que ha publicado el libro de la navegación a Bretaña en el Corto Maltés, me ha ofrecido un descuento promocional del 15% para los primeros que lo soliciten en la web. Se entra en la imagen del libro en la columna derecha del blog, y después de seleccionar el libro, al ir a pagar hay una casilla que dice "cupones". Allí hay que poner:

#cortomaltesbretaña

 y dar al "ok". Entonces se aplica el descuento.


Dibufirma de Portovenere.

Hola navegantes.

En Pisa embarcó mi amigo Fernando Pascual para acompañarme las siguientes etapas.  La primera nos llevó a Portovenere y la sorpresa fué la tarifa de temporada alta, 79 euros por noche, algo prohibitivo y el récord de este viaje. No dijimos nada pero qué cara se nos pondría que la responsable de la Capitanía nos dijo que como la franja era para los barcos menores de 10 metros y al nuestro le falta mucho para esa talla, nos lo dejaba en 50, que si nos parecía bien. Una curiosa subasta a la baja en la que sólo participaba la que iba a cobrar. Y un ejemplo de que los barcos pequeños caemos bien. Nos consolamos cuando nos dijo que un megayate pagaba cerca de 1.400 euros por noche, y sólo por el sitio porque obviamente esos no bajan a ducharse o al baño a los aseos del puerto.

Nos acercamos a la otra marina que hay en Portovenere, el Pontile Ignazio, para preguntar sus tarifas y comparar. Son cuatro simples pantalanes sin espigones de protección, creo que sin ningún servicio, y esperábamos que fuera más barata. Aquello estaba muy desangelado, sin nadie en los pantalanes ni un edificio de oficinas donde preguntar. Nos dirigimos a uno de los bares de la zona y nos dijo que lo gestionaba un tal no recuerdo, que no tenía horario fijo de permanencia y que a lo mejor tal vez más tarde pasaba por el bar. Con tantas buenas referencias decidimos quedarnos donde estábamos.


Ver entrada del 20 de junio.

martes, 1 de noviembre de 2016

Dibufirma de Pisa-Boccadarno.

Hola navegantes.

Finalmente pudimos salir de Cecina y llegamos a Pisa. Antes pasamos por la Torre Meloria, construida en la Edad Media en unos bajos en mitad del mar y que allí sigue. Fue el escenario de dos batallas navales, una en 1241 entre el emperador Federico II que se apodaba “Stupor Mundi” (“Estupor del Mundo”, vaya humilde) y una escuadra genovesa. En Pisa nos introdujimos por el río Arno. El Navionics advertía del riesgo de unas redes colgadas sobre las orillas del río:

“Hay unos cables tendidos a través del río, y de ellos hay unas redes suspendidas... usualmente el pescador las saca del agua cuando ve acercarse a un yate-”.

Por si fuera poco, según el Navionics había un puente a una milla y media de la desembocadura, que no figuraba en la Guía Imray ni en Google Earth. El programa Navionics admite comentarios de los usuarios y un italiano había puesto:

“Non esiste questo ponte ¡!!!”.

 ¡Mi madre!. ¿Os imagináis ir navegando con los problemas que ya de por sí tiene embocar un río, con fondos  de uno o dos metros, una corriente en contra de tres nudos, unos cables tendidos sobre el cauce, los pescadores sacando las redes cuanto te ven acercarte, y un puente fantasma que no sabes si existe o no?. Había que echarle valor para meterse en aquel paso malsano,  lo hicimos con todas las precauciones, y eso nos permitió disfrutar de un paisaje maravilloso que parecía un trozo del camino a la eternidad. Pero el día siguiente el viento del Oeste convirtió aquél sitio paradisiaco en un auténtico infierno.

Ver entradas del 16, 17 y 18 de junio de 2016.